miércoles, 23 de junio de 2010

El Tio Gordo de Noguera




Esta historia es la de Manuel Martinez "El tío Gordo", natural del pueblo de Noguera y que ocurrió alrededor de 1900.
Los habitantes del pueblo se conocían todos al tratarse de una pequeña población en el corazón de la sierra de Albarracín, es una historia de desamor y desencuentro que conmocionó la tranquila vida de unas gentes dedicadas a la ganadería y la agricultura, dejaban pasar el tiempo en una monótona paz, que de vez en cuando se veía alterada por acontecimientos cotidianos ( nacimientos, casamientos, fiestas,populares y defunciones ).
Cuenta la historia que ya desde niños Manuel y Tomasa enredados en sus juegos y enseñanzas fueron labrando un amor entre miradas furtivas, caricias y besos robados.
Con el paso del tiempo y ya siendo novios Tomasa le dijo a Manuel que pidiera su mano a su padre. El tío Jacinto accedió tristemente ya que enviudó cuando Tomasa solo contaba 8 años y eso significaba quedar solo en una casa llena de recuerdos y fantasmas del pasado pero es ley de vida y junto al tío José y la tía Juana acordaron el matrimonio de sus hijos.
Llegó la fecha del casamiento y Tomasa estaba ilusionada con ese momento, era costumbre que a las vísperas de la boda se cantara una coplilla que decía así.

De paso en pasito vengo
acercándome a tu puerta
a darte las buenas noches
estés dormida o despierta

Si quieres oír Tomasa
los sacramentos cantar
asómate a la ventana
que los voy a comenzar

El primero es el bautismo
ya se que estas bautizada
en la pila del bautismo
para ser buena cristiana

Segundo confirmación
también estás confirmada
que te confirmó el obispo
con su mano consagrada

El tercero penitencia
de penitencia me dieron
el hablar contigo a solas
y tus padres no quisieron

El cuarto la comunión
recibida con anhelo
si estás en gracia de dios
entras derechica al cielo

El quinto la extremaunción
la que dan a los enfermos
una vez que estuve malo
a mi también me la dieron

El sexto sacerdotal
sacerdote no he de ser
en el libro de esta dama
toda mi vida estudié

El séptimo matrimonio
y no nos lo quieren dar
si tu quieres y yo quiero
el matrimonio será

Mañana te irás a misa
tirando ramas de olivo
y volverás a tu casa
casada y con tu marido

Mañana irás a misa
tirando ramos de flores
y volverás a tu casa
llenita de obligaciones

Pero aquella noche no hubo copla, la rondalla no salió y el cantante no cantó, no era bien visto Manuel entre los mozos y eran muchos por unas cosas y otras los que no estaban a bien con él.
Por ello no tuvieron canción los novios y un lúgubre velo fue el que bendijo aquella unión desde el principio.
Al poco tiempo el matrimonio fue rompiéndose a pedazos, fruto de los abusos, paliza tras paliza Tomasa encontró el desamor primero, la indiferencia después y cuando no quiso más soportar aquella vejación decidió abandonar a su marido. Primero volvió a casa de su padre buscando el cobijo paterno, después a casa de su prima la tía Melgiza, para ambos hubo amenazas por parte de Manuel, con llevarles la vida si cobijo le daban.
Tomasa recelosa de lo que les pudiera hacer, volvía a casa a recibir una tras otra paliza y forzándola sin su consentimiento. Una día Tomasa tomo la determinación y por no comprometer a los que la querían salió de casa con destino al monte, sin comida, con poca ropa y encinta, se refugió en la zona del recuenco al abrigo de las piedras.
A la mañana siguiente cuando Manuel descubrió la huida fue en su busca a casa de sus parientes y al no encontrarla allí, comenzó una búsqueda desesperada por los alrededores de Noguera. Todo el pueblo se movilizó en su busca, se organizaron partidas con el propósito de dar con su paradero. Algunos ya pensaron que había traspuesto a algún pueblo cercano y mas allá incluso, ya pasaban 3 días y no se encontraba rastro de ella. Otros calladamente pensaban sino hubiera sido Manuel quien hubiera dictado un trágico final, haciéndola desaparecer después, ya que ella no había dado cuenta a nadie de sus intenciones.
Tras estos días de búsqueda, en una mañana fría de otoño fue encontrada Tomasa, casi muerta de hambre y de frío, cobijada en una cueva en las piedras del Recuenco, en lo que hoy conocemos como "la cueva de la tomasa".
Dieron cuenta al momento del delicado estado Manuel la reclamo su casa para prometer los cuidados de ella y del retoño que venia en camino. Pero al poco tiempo los celos de Manuel volvieron a saltar sobre el cuerpo de Tomsa y esta decidió volver con su padre para no pisar jamás la casa de su marido.
Un día que Tomasa traspuso a la huerta para llevar el hato a su padre que labraba los piazos de la familia Manuel la espero pacientemente en la dominguera para tratar de convencerla que volviera junto a él. Tras la negativa de Tomasa, Manuel se fue alterando hasta el puto de montar en cólera y enchido por a rabia asestó a su mujer tantas puñaladas como su fuerzas le permitieron, acabando así con su vida y con la del retoño que crecía en sus entrañas.
después de su felonía Manuel se echó al monte para escapar del acoso de las autoridades, fue buscado con ahínco pero sin resultado, dado que Manuel era buen conocedor de los montes que rodean NOGUERA supo esconderse sobrevivir con lo que el monte le daba y cuando esto no era suficiente amedrentaba a los pastores y labradores robándole lo poco que portaban.
Su fama corrió como la pólvora por los pueblos de la sierra y muchos fueron los que sufrieron sus andanzas, así e forjo la leyenda del "Tío gordo de Noguera".
Pasaron algunos años donde el tío Gordo continuo subsistiendo e monte y las gentes de la sierra, escondiéndose allá y acá, asaltando por doquier, sus principales víctimas eran las familias que vivían en la garganta en diferentes masadas: los caberos, los roquitos, los cortantes, los peleles y los pelicanas, exigiendoles comida y ropa según su necesidad, fue mucho el tiempo que hizo de la pinada su patria chica exigiendo peaje a todo aquel que osara transitar por su reino. Desde la pinada a la laguna y desde la hombría hasta el horcajo, hasta los pobres carboneros sufrieron de su ira.
Una mañana el enterrador al entrar en el cementerio se encontró con algo que no había la tarde anterior, en la tumba de la Tomasa, había una cruz de grandes dimensiones con una gruesa cadena de 16 eslabones, en la cruz rezaba la siguiente inscripción "ARREPENTIMIENTO".
Todo el pueblo se estremeció y desfiló por la tumba de la Tomasa ya que no podían dar crédito a que un canalla tan cruel diera muestra de arrepentimiento.
A los pocos días asaltó el ayuntamiento haciendo saltar la cerradura con su trabuco, busco con mucho revuelo hasta encontrar la "cédula" con la que poder viajar y salir primero de Noguera, después de Aragón y mas tarde de España.
Consiguió llegar hasta Barcelona donde encontró la horma de su zapato, un día tras discutir con un carnicero, el tío Gordo saco su trabuco para saldar la disputa pero el carnicero hábil en el manejo de su herramienta la asestó una cuchillada mortal, acabando así con el temido bandolero.
Esto ocurrió en 16 de abril de 1906.

1 comentario:

sastre dijo...

si señor bonito cuento ,no lo conocía esto demuestra que el maltrato no viene de ahora precisamente