Situado en la cabecera del Río Guadalaviar.
Es aconsejable el uso de traje de neopreno, ya que sus aguas son de alta montaña. De dificultad baja, ya que no hay saltos ni hay que salvar grandes desniveles, únicamente sortear en algunos puntos la frondosa vegetación.
Lo realizaremos remontando el curso del río.
Su inicio transcurre por un encajonamiento medio con frondosa vegetación de ribera y pequeños cortados que lo protegen del sol.
Transcurridos unos metros nos encontramos el Molino Viejo, enclavado en un valle amplio y soleado donde sus aguas se remansan, donde la vegetación abunda y se convierte en un paraiso para los amantes de la botánica, encontrando una gran variedad de vegetación de ribera y plantas aromáticas.
Pasado el valle, el cual es mas fácil y apetecible realizarlo fuera del agua, encontramos el primero de los estrechos. Formado por paredes de hasta 40 mts. y con una anchura de apenas 3 mts. en un zizaguear constante, lo que no nos deja ver lo que se esconde ante nosotros, un espectacular cañon de unos 50 mts. de longuitud.
Despues el río se vuelve a abrir y recorremos este encontrándonos infinidad de sumideros y manantiales que van aportando sus aguas al río.
Hasta encontrarnos el siguiente estrecho, el Salto de Pero Gil, tan espectacular como el anterior y que nos dejara fascinados, quizá el mayor encajonamiento de toda la Sierra.
Un poco mas arriba nuestro recorrido acuático se termina ya que el agua desaparece y nuestro camino hasta el Villar Del Cobo se realizaría por un cauce seco, solo salpicado por alguna poza, resultado de las avenidas en épocas de tormenta.
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